El Río Bullón es un curso fluvial, que desde su nacimiento, bajo el Cotero de Los Cantones, hasta su final, como afluente del Río Deva, recorre 23,8 kilómetros. Para ello debe atravesar los municipios de La Pernía, Pesaguero y Cabezón de Liébana, circulando en el primero de ellos por la Provincia de Palencia, para pasar rápidamente hacia la Comunidad de Cantabria, donde hace la mayor parte de su recorrido.

Atraviesa los núcleos de Pesaguero, Cabezón de Liébana y Frama, uniéndose al Deva a la altura de Ojeda, muy cerca de Potes. Sus principales afluentes son los ríos Vendejo (5,4 Km), Lamedo (8,6 Km) y el de Aniezo (10,1 Km)

Nace el Río Bullón en las montañas palentinas, entre la Sierra de Peña Labra y la Sierra Mediana, a 1.600 metros de altitud. Crea en su cabecera una red de arroyos que inciden sobre la roca, ya que la vegetación, rala y escasa, dada la altitud, no proporciona sustento para la creación de un suelo profundo. Parte en un rumbo oeste, y pronto, mientras desciende la cota, comienza a encontrase con una vegetación más densa, pasando, dos kilómetros más adelante, hacia Cantabria, donde continuará el resto de su trayecto. En esta frontera política comienza un viraje que modifica su dirección, que pasa a ser hacia el noroeste, siguiendo el estrecho Valle de Valdeprado, que le lleva hacia las primeras casas que se encuentra, las de Cuevas (22 hab). Aunque el fondo de valle sigue siendo muy exiguo, las laderas ya empiezan a mostrar los primeros prados, cuyos frutos han de sustentar a los vecinos.

Continua sin cambios hacia el este, donde se encuentra Avellanedo (13 hab) mientras que sigue recibiendo las aguas de los cortos arroyos que drenan la cuenca, y pasa por Pesaguero (59 hab) cambiando el rumbo nuevamente a norte – noroeste tras recibir las aguas de su primer afluente de mayor entidad, el Río Vendejo, que desciende desde los Puertos de Pineda.

La vega permanece muy limitada, por lo que los pueblos se encuentran colgados en las laderas, como Barreda (26 hab), Lomeña (44 hab) o Lerones (38 hab). El fondo del valle lo sigue la carretera CA-184 que nos lleva hacia Cabezón de Liébana, tras recibir los aportes de los ríos de Lamedo (también conocido como Valderrodies) y el Río Román.

El fondo del valle ya comienza a ser más a amplio, dejando unas tierras más fértiles que permiten el asentamiento de una población algo mayor. Así, en Cabezón de Liébana habitan 92 personas y aguas abajo, tras recibir a su más largo afluente, el Río de Anienzo, se encuentra Frama, con 143, a la sombra de la Peña Sagra. Finalmente llega a Ojedo (621 hab), donde se encuentra con el valle más amplio del Deva.

Este valle es uno de los cuatro que forman la Comarca de la Liébana, confluyentes en las cercanías de Potes. Se da la circunstancia que esta comarca es una cuenca prácticamente cerrada al resto del mundo, aislada por los grandes muros montañosos de los Picos de Europa, a la que se accede principalmente desde Asturias, a través del Desfiladero de La Hermida.

Este aislamiento no se reduce sólo a las dificultades de comunicación, sino que forma un microclima aislado del resto de la región, por lo que en el fondo del valle, al margen de las corrientes que provienen del mar, se produce una mediterranización, con menor cantidad de precipitaciones y una temperatura media más alta.

Desde aquí el Río Deva es el encargado de llevar sus aguas hasta su destino definitivo, que se encuentra tras pasar entre Unquera, en Cantabria, y Bustio, en Asturias, a través de la Ría de Tina Mayor, que separa ambas comunidades autónomas.

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