La Laguna de Sobia es una pequeña masa de agua enclavada en el asturiano Término Municipal de Teverga, muy cerca de la divisoria que lo separa de Quirós, en la Sierra de Sobia.

Se localiza en las coordenadas 6°036’18’’ longitud oeste y 43°09’27’’ latitud norte (WGS84), que se corresponden con las 739.437 – 4.782.530 del sistema de referencia Universal Transversal Mercator (U.T.M.) Datum ETRS 89, zona 29. Su lámina de agua, definida por el cierre artificial que lo cierra, mide 1.540 m2, encerrados dentro de un perímetro de tan sólo 151 metros. La altitud de su orilla es de 1.360 metros sobre el nivel del mar.

La Sierra de Sobia conforma una pradería instalada sobre una amplia capa de Caliza de Valdeteja. Sigue una dirección sureste – noroeste, limitada por su parte más meridional por el río Páramo, que al unirse con el Val de Cazana pasa a ser el Teverga, y por el río Trubia al norte. Estos cursos fluviales, al confluir en Carangas, marcan el límite más septentrional de esta sierra. Geológicamente, se localiza dentro de la zona cantábrica, en la Región de Pliegues y Mantos, asociados al cabalgamiento de La Sobia.


Presenta una superficie aplanada en cumbre, pero muy irregular, debido a las distintas competencias de los miembros que conforman esa caliza.

 

El paisaje resultante es el propio del karst, roto e irregular, mientras se desarrolla en profundidad a través de simas y cuevas de grandes dimensiones, llegando a formar redes de varios kilómetros de galerías.


El eje central de esta meseta, con calizas más margosas, se encuentra ligeramente deprimido con respecto a sus bordes exteriores, de calizas tableadas y masivas. En esta pequeña cuenca se acumulan las tierras arcillosas resultantes de la disolución de las margas, propiciando la vegetación herbácea que sirve como puerto de verano, y sustenta la cabaña ganadera de los pueblos vecinos en los meses estivales.

En el límite de la escama de caliza, hacia el oeste, se puede intuir que una pequeña fractura causa un desplazamiento lateral, de los estratos, labrándose un collado entre dos picas que llegan a acercarse a los 1.450 metros. Es una zona llana, sin una vertiente clara definida, cerca de la surgencia de la Fuente de La Maquila. Muy probablemente, el terreno se encontraría con frecuencia encharcado, por lo que, aprovechando las circunstancias favorables, se procedió a cubrir el suelo con una tela impermeable y levantar un muro perimetral que contuviera las aguas, aumentando así su disponibilidad, y permitiendo el aumento de las cabezas de ganado que pastan dentro del Monte de Utilidad Pública nº 64, “Sobia”.

No deja de ser remarcable la aparición del topónimo de “maquila”, asociado a los molinos que se quedaban, como pago en especies, un porcentaje del producto.

Este es el origen antrópico de esta laguna, que en la actualidad no sólo presta un servicio a los vecinos, sino que es parte fundamental del paisaje de este puerto de montaña.

La vegetación que rodea el agua está básicamente ocupada por prados y pastos, aunque en la parte culminante de la sierra predominan los Aulagares de Genista occidentalis con Erica vagans, con reductos de brezales y avellanos y espinos arbustivos. En las partes más verticales, mucho menos estable, abunda la vegetación casmofítica calcícola, mucho más rala.

Forma parte del Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa, representativo del paisaje ganadero de la montaña asturiana, donde predominan los campos dedicados al forraje y los bosques maduros, principalmente hayedos. Su estado de conservación es muy bueno, por lo que se convierte en el hábitat de numerosas especies, entre ellas las más representativas de la región, como el oso pardo, el urogallo cantábrico o el águila real.