Plan Piloto de gestión de sedimentos del tramo bajo del río Nalón

En las últimas décadas el tramo bajo del río Nalón (Asturias) ha mostrado signos de inestabilidad y reajustes hidromorfológicos, que se han acelerado durante los últimos años. Entre ellos pueden mencionarse los estrechamientos del cauce y encajamientos del lecho que, en numerosos puntos, superan los 2 m.

Esta inestabilidad vertical ha ido acompañada en algunos casos de una divagación lateral del canal, así como de ensanchamientos del cauce, ambas situaciones evidenciadas por la presencia de orillas erosivas e inestables en varios emplazamientos que provocan una importante fragmentación del bosque de ribera. Esta situación, junto a otras alteraciones del medio, ha dado como resultado un ecosistema ripario con diversos signos de degradación.

Como consecuencia de estos reajustes en el canal se están produciendo daños en infraestructuras con descalces y socavamientos, fragmentación del bosque de ribera o pérdida creciente de terrenos por erosión de márgenes y afección a emplazamientos vulnerables, entre otros aspectos.

Si bien existen factores climáticos ligados al aumento de avenidas extremas que pueden estar repercutiendo en los aspectos descritos anteriormente, la reducción en los aportes de sedimentos a lo largo de la cuenca hidrográfica del río Nalón representa un factor a tener especialmente en cuenta en el desequilibrio hidromorfológico del cauce y en la pérdida de biodiversidad del corredor fluvial. Concretamente, la retención de sedimento denominado de carga de fondo (material con tamaño de grano de tipo arena y superior), que se produce a lo largo de diversas barreras trasversales al canal, tiene potencial incidencia en el equilibrio hidromorfológico del cauce al controlar la morfología del canal (e.g. Ashmore y Church, 1998; Church, 2006).

Esta reducción en los aportes de sedimentos que se está produciendo a lo largo de numerosas cuencas hidrográficas está derivada de los efectos sostenidos a largo plazo de diversas intervenciones antrópicas, siendo sobre todo la fragmentación sedimentaria provocada por diferentes obstáculos transversales (presas y azudes) entre las más documentadas en la literatura científica (e.g. Álvarez García et al., 2006; Schmidt y Wilcock, 2008; Vázquez-Tarrío et al., 2019a). Hay que añadir también el efecto de la retención de sedimento que puede derivarse de las canalizaciones, que han estrechado la zona activa en numerosos tramos de ríos trenzados, así como los cambios en los usos del suelo ligados al aumento de la vegetación arbórea (e.g. Beguería et al., 2006; Zhang et al., 2014; Riverchanges, 2016-2019; Magliulo et al., 2021), ya constatado en varias cuencas del ámbito cantábrico (Proyecto Riverchanges, 2016-2019). El declive en la población de salmónidos o la disminución en las reservas de sedimento en los arenales costeros del Cantábrico se encuentran, entre otros potenciales impactos, derivados de estas alteraciones en los flujos de sedimento fluvial.

El proyecto de investigación “Plan piloto de gestión de sedimentos en el río Nalón” se inició en el año 2021 dentro del Plan PIMA adapta agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Área de estudio

El área de estudio del proyecto es el tramo bajo del río Nalón, desde el embalse de El Furacón, en Trubia, hasta el dominio público marítimo terrestre en la localidad de Peñaullán, en Pravia, ya que presenta unas condiciones apropiadas para el estudio del sedimento, el análisis de repercusiones derivadas de tramos embalsados y el diseño de medidas de mitigación de potenciales impactos en el corredor fluvial. Tiene una longitud de unos 35 km y una anchura media de cauce y canal activo de entre 106 y 71 m respectivamente. Se trata de un río de trazado meandriforme que recorre llanuras de alta inundabilidad a lo largo de un valle de unos 400 m de anchura media.

Objetivos del proyecto

Para profundizar en la mitigación de problemas ecológicos y morfodinámicos detectados, que según los análisis preliminares muestran una relación con un déficit de sedimento en el sistema, y con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre los procesos de transporte de los caudales sólidos, se plantean tres grupos de medidas:

Fortalecimiento del bosque de ribera (revegetación, bioingeniería, etc.) que persigue reducir la fragmentación de la orilla, problema creciente de los últimos años. También es objetivo incrementar la conectividad del corredor fluvial y contribuir a mejorar el estado de conservación del hábitat de interés comunitario y prioritario 91E0* Bosques aluviales de Alnus glutinosa y Fraxinus excelsior (Alno-Padion, Alnion incanae, Salicion albae).

Configuración de un observatorio de sedimento. Dirigido a la investigación de técnicas y metodologías de seguimiento de los flujos de sedimento y a la implantación de herramientas para la adquisición de los primeros datos de transporte de material grueso, información clave para completar el plan de gestión de sedimento en el río Nalón.

Baipás de sedimento. En línea con las actuaciones que vienen desarrollando otros países para mitigar los problemas derivados del déficit sedimentario, se plantea la reubicación de áridos desde aguas arriba de las barreras trasversales que están reteniendo material sólido del río, hacia aguas abajo de las mismas.

Fases de trabajo

Para la consecución de dichas medidas, se plantean las siguientes fases de trabajo:

Análisis morfosedimentario del cauce:
1. Identificación de actuaciones artificiales con potencial impacto
2. Identificación y jerarquización de avenidas fluviales históricas
3. Estudio geomorfológico del río Nalón desde 1945
4. Análisis integrado: potenciales causas de los reajustes en el cauce