Lago de la Cueva
Lagos
Tradicionalmente se define lago como una gran masa de agua depositada en hondonadas en el terreno, con comunicación al mar o sin ella; La Directiva Marco del Agua contiene la siguiente definición de lago: "una masa de agua continental superficial quieta".
Se han considerado como masas de agua de la categoría lagos aquellos lagos y zonas húmedas que cumplen con una de las condiciones siguientes:
- Superficie superior a 0,08 km2 y que, al mismo tiempo, tengan una profundidad superior a 3 m
- Superficie mayor de 0,5 km2 , con independencia de su profundidad,
Considerando como la superficie de la masa, la correspondiente al perímetro de máxima inundación en situación actual y siendo la profundidad, la máxima de la masa de agua.
Asimismo, se incorporan aquellos lagos o zonas húmedas que, aun no verificando estos criterios morfométricos, presentan una especial relevancia ecológica, incluyendo los humedales de importancia internacional de acuerdo con el Convenio de Ramsar.
En el ámbito de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se han identificado 10 masas de agua de categoría lago, 4 de ellas son naturales, 4 artificiales y 2 muy modificadas. (ver tablas)
El Lago de La Cueva, pertenece al Complejo Lacustre de Somiedo. Enclavado dentro de Concejo de Somiedo, en el Principado de Asturias, cuenta con un origen glaciar, y está considerado como Monumento Natural, formando parte del Parque Natural de Somiedo.
Se localiza en las coordenadas 6°06’11’’ longitud oeste y 43°03’13’’ latitud norte (WGS84), que se corresponden con las 735.920– 4.770.862del sistema de referencia Universal Transversal Mercator (U.T.M.) Datum ETRS 89, zona 29. Su lámina de agua, muy definida por la cubeta glaciar que lo acoge, mide 7,1 hectáreas, encerradas dentro de un perímetro de 1.022 metros. Es capaz de albergar 1.040.000 m3 de agua, aunque puede llegar a secarse en verano. La altitud de su orilla es de 1.570 metros sobre el nivel del mar.
El Complejo Lacustre de Somiedo está compuesto por una serie de 12 lagos que se agrupan a los largo de dos valles somedanos; el Valle de Saliencia, al noreste, y el Valle del Lago, al suroeste, separados por un crestón calizo.
El relato de este Lago está muy marcado por la presencia de la Mina de Santa Rita. Entre la caliza de montaña se introdujeron a los largo de su historia geológica mineralizaciones de hierro a través de aguas hidrotermales que fluyeron por las fracturas de la roca. La existencia de la mena de hematita ya era conocida a principios del siglo XIX, cuando se menciona la fabricación de cañones con material procedente de esta zona de Saliencia. Pero es a principios del siglo XX cuando comienzan los métodos más propios de su uso industrial.
En una primera fase la explotación se hace a cielo abierto, y tras un cese temporal, reabrió en 1956 pero mediante minería interior. El sistema fue de cámara vacía, en el que se crean grandes huecos sostenidos por pilares naturales. Para la extracción del mineral se abrían pozos horizontales, cuyas bocaminas aún son practicables. Las aguas del lago servían como lavadero, quedando impregnadas, así como los sedimentos del fondo, por un intenso color rojo, mitigado por las restauraciones posteriores. Los trabajos mineros terminaron en 1978, por la escasa cotización del producto, siendo la última mina de hierro activa en Asturias.
Una tubería conecta el Lago Negro con este, y desde aquí parte otra que se dirige hacia el Arroyo de Los Lagos, en el Valle de Saliencia. Aguas abajo, un azud deriva parte del caudal hacia el Canal de Saliencia recorriendo más de 10 kilómetros, para cruzar al Valle del Lago, que corre en paralelo a este. Finalmente, se reúne en el Embalse del Valle con la aguas del Lago del Valle.
El objetivo de esta obra era y sigue siendo el de alimentar las turbinas de la Central Hidroeléctrica del Salto de La Malva, cerca de Pola de Somiedo, con el fin de abastecer de energía eléctrica a las poblaciones de Oviedo, Lugones y Gijón. Este aprovechamiento data de un proyecto de 1912, concretado en la concesión de 1914 para utilizar 3.820 litros de agua por segundo procedentes de los valles de Saliencia y de Valle del Lago. La central se puso en marcha tres años después, y la maquinaria original no sólo está en perfecto estado de conservación, sino que sigue en uso en la actualidad.
Esta maquinaria estaba compuesta inicialmente por dos generadores de tipo Pelton, ampliadas posteriormente a cuatro, que suman un total de 9.140 Kv, 44 Gwh anualmente. Este tipo de turbinas, diseñadas en el siglo XIX por Lester Alan Pelton, consiste en una rueda rematada por cucharas, especialmente diseñadas para aprovechar el flujo a presión del agua.
Para conseguir la presión, se conduce el agua de este conjunto de lagos al Embalse del Valle, dirigiendo su caudal directamente a la central a través de una tubería forzada con una caída de 571 metros.
La regulación del caudal que parte del lago se llevaba a cabo a través de cuatro válvulas, siendo una de ellas eléctrica, con lo que podía ser controlada a distancia, toda una innovación para la época. Además, se instalaron sistemas de medición Rittmeyer, sondas eléctricas capaces de registrar los niveles telemáticamente.
El conjunto de los lagos de Somiedo se encuentra dentro del Parque Natural de Somiedo, y se clasifica además como Monumento Natural, una figura legal que se aplica a los espacios naturales que por su singularidad y belleza requieren una protección especial. Se destaca no sólo la geomorfología glaciar de los lagos, sino también la vegetación. En los lagos hay importantes comunidades de plantas flotantes y sumergidas y especies propias de las orillas temporalmente encharcadas. Los alrededores se ocupan con enebrales rastreros, gayuba y aulugares. Entre ellos aparece la Genciana, catalogada como de interés especial.
La fauna presente también es variada y de interés especial, como la nutria, o en peligro de extinción, el oso pardo. Las aves están representadas por el águila real, el alimoche, y el gorrión alpino.
Las aguas de los lagos son el hábitat de la mayor parte de los anfibios del Parque Natural, con presencia del tritón alpino y palmeado, la salamandra común, los sapos común y partero, así como las ranas bermeja y patilarga. Los peces son mayormente el resultado de las introducciones a lo largo del siglo XX, encontrándose el salvelino, la trucha arcoíris y el piscardo.