Ríos, lagos y aguas subterráneas en buen estado de conservación son esenciales para la ciudadanía, la naturaleza y la actividad económica porque nos proporcionan agua para los diferentes usos y otros beneficios ecosistémicos esenciales.

Sin embargo, son ecosistemas muy degradados por las presiones que históricamente hemos ejercicio sobre ellos, especialmente en las últimas décadas, y su conservación y restauración es uno de los grandes retos ambientales actuales.

 

Los usos del agua

El agua de los ríos, la fuente de agua dulce más fácilmente accesible, y de los acuíferos nos permite satisfacer los usos que la sociedad hace de este recurso, principalmente para la agricultura y la ganadería, el abastecimiento a la población, el uso industrial y la producción de energía.

En muchos casos, el agua se capta de los ríos, embalses y acuíferos y se distribuye a través de las redes de abastecimiento, pero en otros existen captaciones o tomas propias para un uso concreto (una industria, central hidroeléctrica, explotación ganadera…).

 

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Captaciones de agua: en río y en embalse

 

Alteraciones morfológicas de los ríos por construcción de presas y azudes

Tanto los azudes, que únicamente remansan el agua para poder captarla, como las presas, que además la almacenan, alteran el funcionamiento natural del río, ya que impiden la continuidad de los flujos de agua, sedimentos, nutrientes, materia orgánica y organismos en los ríos.
 

Regadío tradicional en Navia de Suarna (Lugo)

 

Por ello, la normativa española en materia de aguas, en concreto el artículo 126 bis del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, establece la obligación de eliminar los azudes que ya no se utilizan.

 

Alteraciones del régimen natural de caudales

Las captaciones de aguas de los ríos producen, además de las alteraciones morfológicas derivadas de la construcción presas y azudes, la alteración de su régimen de caudales, lo que conlleva la alteración del funcionamiento y estructura de los ecosistemas fluviales: reducción de los hábitats y comunidades fluviales, empeoramiento de la calidad del agua y cambios en la morfología de los cauces. 

También la sobreexplotación de las aguas subterráneas genera impactos en los ríos, ya que ríos y acuíferos están relacionados.

 

Las extracciones excesivas de agua de ríos y acuíferos y la construcción de presas y azudes alteran nuestros ecosistemas fluviales.

 

Entre las funciones de la Confederación Hidrográfica está controlar los usos del agua de nuestros ríos y acuíferos para asegurar el uso racional del agua y evitar el deterioro de los ecosistemas fluviales.

 

¿Qué hace la Confederación Hidrográfica? 

 

RÉGIMEN DE CONCESIONES Y CONTROL DE SU CUMPLIMIENTO

Para minimizar las presiones que las detracciones de agua generan en los ríos, la Confederación tramita las concesiones necesarias para captar el agua, establece las condiciones en las que se puede realizar el aprovechamiento, inspecciona y analiza su cumplimiento, y en caso de incumplimiento, insta a adoptar medidas correctoras, con independencia de las sanciones que procedan, entre las que puede encontrarse, en el caso de infracciones graves, la retirada de la concesión.

Entre las condiciones que la Confederación establece en las concesiones de aguas pueden encontrarse las siguientes:

  • El volumen y caudales máximos a derivar, garantizando un uso eficiente del recurso.
  • Los caudales ecológicos que deben respetarse para para mantener la funcionalidad y estructura de los ecosistemas fluviales. Los caudales ecológicos se fijan en los planes hidrológicos de cuenca tras realizar estudios específicos en cada tramo de río y deben respetarse en todas las captaciones de agua, para cualquier uso (riego, abastecimiento, producción de energía hidroeléctrica…).  

     

    Regadío tradicional en Navia de Suarna (Lugo)

     

  • La instalación y mantenimiento de contadores (sistemas de medición de caudales) span style="text-decoration:underline;"u>para poder verificar que se no se superan los caudales concedidos y que se respetan los caudales ecológicos establecidos.

     

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    Contadores para el control de los caudales derivados

     

  • La adecuación de las infraestructuras de captación al caudal concedido, buscando siempre una proporcionalidad entre la finalidad pretendida y el impacto sobre el dominio público hidráulico.
  • La instalación y mantenimiento de dispositivos de paso para peces.

 

La Confederación Hidrográfica controla los caudales captados y de los caudales ecológicos se realiza mediante el análisis de la información de los contadores que los concesionarios envían a la Confederación Hidrográfica, mediante las estaciones del Sistema Automático de Información de la Confederación y mediante la realización de inspecciones y aforos para comprobar la cantidad de agua que circula por el río.

 

Aforo para el control de caudales ecológicos
Aforo para el control de caudales ecológicos

 

ELIMINACIÓN DE AZUDES EN DESUSO

Para minimizar los impactos causados por la construcción de presas y azudes, que alteran el normal funcionamiento del río, y en aplicación de la normativa en materia de aguas (artículo 126 bis del Reglamento del Dominio Público Hidráulico), la Confederación Hidrográfica:

  • Promueve la eliminación de infraestructuras que, dentro del dominio público hidráulico, ya no cumplan función alguna ligada al aprovechamiento de las aguas (demolición total o parcial de azudes).
  • Elimina azudes en desuso que han pasado a ser propiedad del Estado, siempre tras una correcta evaluación de los posibles impactos que se puedan generar, o, cuando no resulta posible, construye dispositivos de paso. Más información en Mejora de la continuidad fluvial.
     
Azud en desuso que impide la continuidad
Azud en desuso que impide la continuidad
Río con continuidad tras la demolición del azud
Río con continuidad tras la demolición del azud

PLANIFICACIÓN

En materia de detracciones de agua, la planificación hidrológica se encarga de diagnosticar el estado de las masas de agua, caracterizar las presiones a las que están sometidas, fijar las medidas que se han adoptar por parte de las administraciones para recuperar y conservar el buen estado ecológico y fijar una normativa que regula el uso del agua en la cuenca. 

Los planes hidrológicos de la cuenca cantábrica evalúan los recursos hídricos  disponibles en la cuenca, los asignan a usos concretos (actuales o futuros) y establecen el orden de preferencia entre los distintos usos del agua (abastecimiento, ganadería, usos industriales, regadío…). También  fijan los caudales ecológicos que se deben respetar como restricción previa a los usos del agua.

 

ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y URBANÍSTICA

La Confederación Hidrográfica vela porque la ordenación territorial y los desarrollos urbanísticos pormenorizados se aprueben con la garantía previa de disponibilidad del recurso hídrico para el abastecimiento universal, en cantidad y calidad suficiente, sin deteriorar el estado de las masas de agua de donde se extrae el agua.  

 

Última actualización: abril de 2025.