El Río Linares es un curso fluvial que nace de la unión de los ríos Valdediós y Les Peñes, cerca de Amadi, y hasta su desembocadura, en el Mar Cantábrico, a través de la Ría de Villaviciosa, en el concejo de mismo nombre, recorre tan sólo 2,1 km, sin incluir los 10 Km más que recorre la ría.

Atraviesa tan sólo el Concejo de Villaviciosa, aunque el Viacaba nace en el vecino Concejo de Cabranes, y el Río de La Peñes o de La Ría, por muy poco, nace en el de Piloña. A su paso atraviesa la localidad de Amandi y la villa de Villaviciosa con un caudal medio de 19,69 m3/seg.

Con una cuenca hidrográfica de 99,209 km2 sus principales tributarios son los ríos Les Peñes o de La Ría (11,0 Km) y Valdediós (8,9 Km).

El Río Les Peñes nace junto a las casas de Los Codes y desciende por un valle cuyas paredes, si bien no son excesivamente pendientes, no dejan ninguna zona llana anexa al curso fluvial, mientras que los bosques tapizan el paisaje. Se van uniendo numerosos arroyos por los laterales, pero las poblaciones buscan las únicas zonas más o menos planas, que se encuentran en las cumbreras de los montes, cien metros por encima del trazado del río. Aquí se encuentran pequeñas aldeas como Giranes o Sietes, cerca del Monte Tandión (501 m). Esta pequeña aldea, de 40 habitantes, se hizo conocida por ser elegida por una empresa multinacional para presentar su sistema operativo (Windows 7) al coincidir su nombre con el del pueblo, aunque la etimología no parece tener que ver con el número, sino con las ‘siebes’ o sebes, las separaciones vegetales entre los prados que forman parte del paisaje de Bocage que prima en el área.

Estas aguas son aprovechadas por numerosos molinos, como el de Balbín o Carola, el de Arriba, el de Rosico, el de Peruya, el Nuevo y el de Peña, entre los pueblos de Buslad, Novales y La Madrera.

El río, que desde su nacimiento llevaba una dirección predominante hacia el noroeste, toma un pequeño giro hacia el oeste en Cayadó, pero retoma su rumbo en Lugás, donde se encuentra el Molino del Pitu. Aquí las laderas son más suaves y se pueden apreciar como los bosques se van aclarando y son sustituidos por prados, cultivos y sobre todo, por plantaciones de frutales, principalmente manzanos, ya que se trata de una de las regiones más sidreras de Asturias, la bebida alcohólica tradicional. Se une el Arroyo Viacaba justo antes de llegar a Valbucar, donde se le une el Río Valdediós y pasa a llamarse Río Linares.

El Río de Valdediós nace en la ladera del monte homónimo, en la Fuente El Mazagüé, y poco después se encuentra con el Monasterio de Santa María de Valdediós1, uno de los mejores representantes del prerrománico asturiano, cuya iglesia, San Salvador de Valdediós -aunque es más conocida como ‘El Conventín’- data del siglo IX, mientras el convento propiamente dicho data de 1218.

Las laderas son muy suaves, y se encuentran ocupadas principalmente por prados en bocage y frutales, que se concentran en torno a multitud de pequeñas aldeas, mientras recibe por su margen derecha el Río Rozadas. Pasa por Grases, Mahoxu y Casquita, para terminar uniéndose al Linares en Poladura. Aquí el río forma ya una vega cada vez más amplia, mientras pasa por Amandi, con un desnivel cada vez menor, lo que genera un gran meandro, donde se localiza el Centro de Experimentación Agraria de Asturias, aprovechando los terrenos llanos, cada vez más generosos al ir aumentando la influencia mareal, transformando este río en la Ría de Villaviciosa, villa que se encuentra en este lugar de encuentro de las aguas dulces con las saladas, siendo tan modesto el río que predominan las segundas sobre las primeras. Las riberas de este río fueron objetos de obras por parte de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para evitar las frecuentes inundaciones cuando las crecidas del río coinciden con las mareas altas y restaurar ambientalmente el cauce; a su vez, se construyó una senda fluvial en ambos márgenes, así como tres pasarelas peatonales en las intersecciones. Estas obras coinciden prácticamente con todo el tramo del río que se identifica como Linares.

La Ría de Villaviciosa es amplia, aunque está rodeada por montes hacia ambos lados, siendo terrenos fangosos y arenosos, los porreos, que se inundan y se secan al antojo de las mareas, dejando a su vera pequeños núcleos rurales como Onón, Villaverde, el Pico o Misiego, en la margen derecha y Mar, San Matín, Requexu y el Puntal en la izquierda.

Y es entre la playa de El Puntal y de Rodiles, un importante destino turístico, donde el río abandona su cauce para mezclarse con el Mar Cantábrico.

La Ría de Villaviciosa está muy protegida como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) Ría de Villaviciosa que además es Reserva Natural Parcial desde 1995.

Podemos encontrar en esta zona invertebrados como la doncella de madreselva o el ciervo volante, anfibios como el lagarto verdinegro o el sapillo pintojo, y mamíferos como la nutria y distintas especies de murciélagos. Además también se protegen los hábitats de las llanuras fangosas y las dunas, móviles y fijas, así como pequeños reductos de encinares.

En la margen derecha de la Ría de Villaviciosa se encuentra la fábrica de sidra champanada ‘El Gaitero’, muy vinculada a la historia decimonónica. Y es que es entonces, en 1890 cuando se crea esta sociedad para permitir la conservación de la sidra asturiana y transportarla a las américas, donde era demandada por los emigrantes asturianos, ya que permitía su conservación y transporte. En 1900 se centraliza la producción de sidra en una única fábrica en La Espuncia, a la vera de la Ría, junto a una fábrica de botellas de vidrio, que aunque fue cerrada años más tarde, aún se conserva su chimenea como emblema. Estas instalaciones fueron declaradas como Patrimonio Industrial, y se pueden visitar sus instalaciones.

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