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El control del estado y calidad de las masas de agua es un aspecto fundamental para el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua, ya que la prioridad de la política de aguas en la Unión Europea es conseguir el buen estado de nuestros ríos, lagos y embalses así como el de las aguas subterráneas y no sólo satisfacer las demandas de agua.

Lograr el buen estado de nuestros ríos, lagos, embalses y aguas subterráneas, y mantenerlo, nos permite asegurar la conservación del agua, como recurso natural esencial, y de los ecosistemas fluviales, que desempeñan funciones ecológicas esenciales y nos proporcionan múltiples recursos, además del agua.

 

 

 

Los planes hidrológicos son la principal herramienta para la gestión de los recursos hídricos y para lograr el buen estado de nuestras aguas superficiales y subterráneas.

En ellos se fijan objetivos medioambientales específicos para cada masa de agua, se determinan las medidas que cada una de las administraciones debe aplicar en el ámbito de sus competencias para que las masas alcancen el buen estado de las masas y se describen los programas de seguimiento del estado de las aguas superficiales y subterráneas y el control adicional que se lleva a cabo en las zonas protegidas contenidas en el mismo.

El seguimiento del estado de las masas de agua es fundamental en el proceso de planificación hidrológica, pues nos permite comprobar si las medidas puestas en marcha han sido suficientes para cumplir los objetivos medioambientales establecidos o si por el contrario no es así y se requiere adoptar nuevas; del mismo modo permite comprobar que no se ha producido el deterioro en las masas que están en buen estado.

Al inicio de cada ciclo de planificación se realiza, con los datos del control y seguimiento del ciclo anterior, la evaluación de estado agregada. Partiendo de esta evaluación y de las presiones e impactos a los que se encuentra sometida cada masa de agua se define la periodicidad de toma de muestras y las sustancias a analizar en los años siguientes en nuestras masas de agua.

 

¿Qué hace la Confederación Hidrográfica?

Para realizar el seguimiento del estado de las aguas superficiales y subterráneas la CH Cantábrico ha definido una red de puntos de muestreo en los que se realiza el control de su calidad en función del programa y subprograma de control asociado al punto

El que un punto de control esté asociado a un determinado programa o subprograma de control fija la periodicidad de muestreo y qué sustancias y elementos de calidad biológica deben controlarse, lo cual se traduce en un plan de explotación que se define anualmente.

En los puntos de control fijados en zonas protegidas como, por ejemplo, aguas destinadas a abastecimiento o zonas de baño, se realiza un control adicional.

En las redes de control se miden, además de parámetros químicos y fisicoquímicos, elementos de calidad biológicos e hidromorfológicos.

En el caso de las aguas superficiales (ríos, lagos y embalses) medimos:

  • Elementos de calidad biológicos. En ríos y lagos, evaluamos la composición y abundancia de flora acuática (fitoplancton, macrófitos y diatomeas), de invertebrados (insectos, arácnidos, crustáceos, moluscos…) y de peces. En lagos evaluamos también el fitoplancton; que es el único elemento de calidad biológica que se evalúa en los embalses.
  • Parámetros químicos y fisicoquímicos, como pH, oxígeno disuelto, amonio, fosfatos y nitratos y, en función de la posible contaminación que puedan llegar a sufrir, otras sustancias como metales, plaguicidas, hidrocarburos aromáticos, etc.
  • Variables hidromorfológicas, como los caudales, la continuidad del río, la profundidad y estructura de los lechos fluviales y la estructura de la zona ribereña.

 

En las aguas subterráneas medimos:

  • El nivel de las aguas (conocido como nivel piezométrico).
  • Parámetros químicos y fisicoquímicos, como pH, oxígeno disuelto, conductividad, cloruros, sulfatos, nitratos y, al igual que para las aguas superficiales, en función de la posible contaminación que puedan llegar a sufrir, otras sustancias como plaguicidas, metales, compuestos inorgánicos, entre otros.

Una vez que disponemos de los resultados de los programas de control, aplicamos los sistemas de evaluación recogidos en la normativa y los interpretamos, incorporando la componente espacial y temporal.

 

Más información:

 

 

¿Cuál es el estado de las masas de agua de la CH Cantábrico?

El estado de las masas de agua superficial queda determinado por el peor valor de su estado o potencial ecológico y de su estado químico; mientras que el estado de las masas de agua subterránea queda determinado por el peor valor de su estado cuantitativo y de su estado químico.

El proceso técnico de evaluar el estado de las distintas masas de agua es muy complejo y dinámico, por lo que con el fin de normalizar su evaluación, a partir de la normativa de aplicación, se están desarrollando instrucciones técnicas, guías, y protocolos de medida y toma de muestras que se pueden consultar en el siguiente enlace.

A continuación puedes consultar los informes sobre el estado de las masas de agua de la CH Cantábrico de los últimos años:

 

La Oficina de Planificación Hidrológica realiza el control del estado y la calidad de nuestros ríos y aguas subterráneas, para su posterior evaluación. Si necesitas más información consulta cómo pedirla y nuestros datos de contacto en el apartado Contacta con nosotros.