A pesar del esfuerzo  realizado en las últimas décadas por las administraciones  (local, autonómica y estatal) y el resto de los sectores implicados para mejorar las condiciones de los vertidos de aguas residuales a los ríos estos vertidos (sin depurar o insuficientemente depurados, de origen urbano o industrial) siguen siendo una de las principales causas del deterioro de las masas de agua en la cuenca cantábrica. 

También suponen una presión sobre nuestros ríos la contaminación difusa por actividades agrícolas, ganaderas y mineras, suelos contaminados, contaminación atmosférica y contaminación difusa procedente de infraestructuras viarias.  

 

¿Qué hace la Confederación Hidrográfica?

 

AUTORIZACIONES DE VERTIDO

La Confederación Hidrográfica establece las condiciones en las que se puede verter aguas residuales al dominio público hidráulico,  inspecciona y  comprueba su cumplimiento, y en caso de incumplimiento, insta a adoptar medidas correctoras, con independencia de las sanciones que proceda imponer.

Entre las condiciones que la Confederación establece en las autorizaciones de vertido se encuentran  las siguientes:

  • Los volúmenes y caudales máximos a verter.
  • Las concentraciones máximas permitidas de los contaminantes.
  • Las instalaciones de depuración que deben estar en funcionamiento y
  • El canon de control de vertidos que se debe abonar anualmente, para contribuir a mejorar el medio receptor.
  • La obligación de los titulares de remitir a la Confederación los resultados de los análisis y caudales con una frecuencia determinada.

El seguimiento y control del cumplimiento de las condiciones de los vertidos autorizados se realiza principalmente a través de las Entidades de Control de la Administración Hidráulica, acreditadas por el MITECO y contratadas por los titulares de las autorizaciones de vertido, mediante controles periódicos. Los resultados de esos controles se remiten a la CH Cantábrico, que verifica si se cumplen las condiciones.

Este control se complementa con inspecciones realizadas por la guardería fluvial de la CH Cantábrico: sobre los vertidos autorizados, para comprobar con medios propios si se cumplen la condiciones de la autorización, y también sobre vertidos no autorizados y otras actividades contaminantes.

 

ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y URBANÍSTICA

La Confederación Hidrográfica vela porque las soluciones propuestas para el saneamiento en la ordenación territorial y los desarrollos urbanísticos pormenorizados no comprometan alcanzar o mantener el buen estado de las masas de agua. En este sentido, se considera como opción preferente la incorporación de los vertidos a sistemas públicos de saneamiento, más que su tratamiento individualizado, con el objetivo de que las aguas residuales reciban un tratamiento adecuado.

 

PLANIFICACIÓN

La planificación hidrológica se encarga de diagnosticar el estado de las masas de agua, caracterizar las presiones a las que están sometidas, fijar las medidas que se han adoptar por parte de las administraciones para recuperar y conservar el buen estado ecológico y fijar una normativa que concreta algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de otorgar las autorizaciones de vertido.

 

OBRAS DE SANEAMIENTO Y DEPURACIÓN

La Confederación Hidrográfica proyecta y ejecuta obras de saneamiento y depuración declaradas de interés general del Estado, con fondos propios o financiadas por la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que luego se entregan a las administraciones competentes en materia de saneamiento para su explotación.

El resto de los saneamientos son realizados por las administraciones locales y autonómicas.