El Río Trubia es un curso fluvial que desde su nacimiento en Santa Marina, al confluir los ríos Ricabo y Lindes, hasta desembocar en el Río Nalón, a la altura de Trubia, recorre 31,3 Kilómetros.

Atraviesa cuatro municipios, que son, aguas abajo, Quirós, Proaza, Santo Adriano y Oviedo, aunque sus afluentes riegan también el concejo de Teverga, atravesando a su paso localidades como Bárzana, Las Agüeras, Caranga de Arriba y Abajo, Proaza, Villanueva, Tuñon, San Andrés y Trubia.

Sus principales afluentes son los Ríos Lindes (13,5 Km), Ricabo (8,6 Km) y Teverga (9,9 Km).

El Río de la Foz Grande nace en los Puertos de Agüeria, en un paisaje de alta montaña cuyos circos glaciares, a más de 2.000 metros de altitud van recogiendo las aguas de estos cañones rocosos para unirse con las de la Fuente de La Salud. Y así, entre canchales y suelos poco profundos va circulando montaña abajo, entre los pastos de altura que conforman estos puertos. Para salir de ellos debe cortar el relieve de Sierra Redonda, y a su salida, entre bosques autóctonos, donde se le unen más regueros de montaña, se comienza a llamar Río Lindes, ya que este es el nombre del primer pueblo que nos encontramos, un poco más abajo. Sigue bajando por valles de gran pendiente sin apenas dejar materiales en la orilla, pues su juventud hace que prime la erosión sobre la deposición, pasando por Cienfuegos, desde donde parte una captación de agua, que junto al de Ronderos, en el Río de Ricabo, alimentará la Minicentral de Santa Marina, en la confluencia de estos dos últimos caudales, pasando a llamarse el curso propiamente Río Trubia.

A menos de dos kilómetros aguas abajo nos encontramos con Bárzana, villa con 300 habitantes, capital del concejo de Quirós, que asienta sus edificaciones sobre las laderas al tener tan poco espacio llano. Siguiendo la corriente pasamos bajo la vigilancia de las ruinas del Castillo de Alba, en la ladera del Pico Formigueiro, una antigua fortificación que data de los primeros reyes asturianos para defender el paso ante los musulmanes.

Poco después, desde Arrojo, parte una tubería que paralela al río llegará para alimentar la Minicentral de Las Agüeras, donde las aguas son retenidas en el Embalse de Valdemurrio, del que se escapan cortando una pequeña garganta, el desfiladero de Cuevafurada, que separa la Sierra de Carangas de la del Gorrión. Al salir llegamos a Carangas de Arriba y Carangas de Abajo, donde se une el Río Teverga.

Para seguir su avance se vuelve a encontrar con la Sierra de Carangas, que corta en el Desfiladero de Peñas Juntas, bajo Peña Armada y Andrúas. Al salir, la corriente vira hacia el este, brevemente, para volver hacia el norte enmarcando la primera vega aluvial de entidad, con 400 metros de anchura, donde se asienta Proaza, capital del concejo homónimo, una villa cuyo castillo protegía la ruta del Camín de La Mesa, vía romana hacia el Puerto Ventana.

La vega sigue igual hacia Villanueva y Tuñon, donde termina al entrar en la Sierra de Estopo, junto a la Peña La Escalera, lugar donde se han encontrado pinturas rupestres. Una vez sobrepasado este obstáculo se vuelve a abrir una llanura aluvial, no tan grande como la anterior, que lleva desde San Andrés hasta Trubia, donde el río se encuentra con el Nalón.

Trubia es la puerta hacia este Valle del Oso, una villa que crece a partir del siglo XIX con la instalación de la Real Fábrica de Armas de Trubia. Su localización se produce tras la guerra con Francia a finales del siglo XVIII, cuando los territorios cercanos a la frontera, donde se encontraban las fábricas de armas navarras, habían sido asaltados. Por eso se busca un lugar distante con acceso a madera, hierro y carbón, resultando elegida la unión entre el Trubia y el Nalón, ya que además de ser un refugio poco accesible, disponían de abundante agua. Así se desplazaron miles de personas desde el País Vasco junto a sus familias, creciendo exponencialmente la demografía. El pueblo así pasó a estar muy adelantado a su tiempo, con una excelsa arquitectura industrial. En 1943 se instala en la confluencia de los ríos la empresa Industrial Química del Nalón. A partir de 1950 se produce una decadencia que continúa hasta nuestros días.

La Fábrica de Armas fue la razón de la creación de un tren minero que unía Trubia con las minas que se encontraban aguas arriba, plataforma que tras quedar en desuso en 1963 y retirarse las vías se ha convertido en una ruta senderista de las más conocidas en Asturias, la Ruta del Oso. En este valle se halla una reserva que acoge a Paca y Tola, dos osas rescatadas tras la muerte de su madre a manos de un cazador furtivo, símbolo de la protección de esta especie.

La cabecera de este río se encuentra dentro del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa desde su declaración en 2006. En este parque se puede encontrar, entre sus hayedos y la vegetación de alta montaña, aves rapaces, urogallos cantábricos y osos pardos.

Hasta Proaza se encuentra dentro del Lugar de Interés Comunitario (LIC) Caldoveiro, en el que se pueden encontrar el desmán ibérico, la nutria, y diversas especies de murciélagos, así como el oso pardo entre otras especies. Desde aquí hasta su llegada al Nalón pasa a ser el LIC Río Trubia, que restringido al río, protege además al salmón atlántico.

El nombre del Río Trubia se explica a partir de la construcción trans-upia, detrás del río, que se aplicaría desde la perspectiva desde la capital, Oviedo, ya que se trata de un curso tras el Nalón. .Upia sería descendiente del latín aqua.

Xosé Lluis García Arias (1997): Pueblos asturianos: el porqué de sus nombres

*Datos obtenidos de la Estación de Aforo 1295 - Río Sella en Cangas de Onís

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