El Río Torina es un corto curso fluvial, que desde su inicio, en el Embalse de Alsa-Torina, hasta su final, como tributario del Río Besaya en Bárcena Pie de Concha, recorre 7,0 kilómetos, sin contar el pantano de su cabecera.

Se encuentra entre los municipios de San Miguel de Aguayo, es posteriormente la frontera física entre los de Molleda y el de Bárcena Pie de Concha, adentrándose después en este último. La capital, también llamada Bárcena Pie de Concha, es el único núcleo de población que va a atravesar, sin más afluentes que aquellos que alimentan el embalse, en la parte alta, como el Arroyo de La Breña (2,8 Km) o el del Mojón (3,2 Km)

El Río Torina en un sentido amplio tiene su origen en la divisoria cantábrica, allí donde la topografía decide si una gota de agua va acabar en el Mar Cantábrico, o en el Mediterráneo, a través del Ebro, que se encuentra justo en el valle contiguo hacia el sur.

Estos montes, que llegan a los 1.253 metros en Fuente del Moro forman una subcuenca dentro del sistema del Besaya, que va recogiendo las aguas hacia San Miguel de Aguayo. En 1920 se construye una presa que se apoya entre las laderas del Pico Jano (1.290 m) y el Pico Ureño (1.142 m), cubriendo una distancia de 190 metros, tras la concesión de las aguas para su aprovechamiento eléctrico a la empresa Viesgo.

Desde aquí, un canal lleva el agua hasta la Central Hidroélectrica del Torino, cerca de Bárcena de Pie de Concha, varios kilómetros aguas abajo. Se encuentra albergada por un edificio muy vistoso, típico de la arquitectura industrial de la época, donde destacan las grandes vidrieras, junto a la decoración con ladrillo visto entre paños encalados.

En 1981 el antiguo dique se recrece para aumentar la capacidad del embalse, alcanzando los 49,32 metros sobre la cota de cimentación. Al año siguiente comienza su actividad, a pie de presa, la Central de Aguayo, mediante dos turbinas capaces de generar 360 megavatios hora.

En la actualidad el Embalse de Alsa-Torina forma un tándem con el de Mediajo. Este segundo, situado en una llanada tras el Pico Jano, sirve como almacén elevado, al que se bombea agua en los momentos de poca demanda energética, por las noches, para ser devuelta a las turbinas en los picos de consumo. De esta manera se convierte en una especie de “batería” donde se almacena, no la electricidad, un proceso mucho más caro y complicado técnicamente, sino la energía. Para este proceso se puede utilizar la energía renovable, que tiene el problema de que su producción depende de los factores meteorológicos, no pudiéndose hacer coincidir con la demanda.

La Central de Aguayo prevé su ampliación mediante la construcción de una nueva instalación subterránea, con cuatro turbinas que aumentarán la producción hasta los 1.360 megavatios hora (cuadriplicando su capacidad), convirtiéndose así en la segunda central de España en potencia instalada. La opción de hacerla bajo tierra permite reducir el impacto medioambiental visible, y evita tener que llevar a cabo más actuaciones sobre ambos embalses.

Una vez abandona la presa, el Río Torina circula en dirección noroeste por un valle estrecho y muy escarpado, con un arbolado muy denso en la ladera que mira hacia el norte, pero ausente en la contraria. No es un camino fácil, se trata de abrir paso entre las rocas, por lo que el trazado serpentea sin poder encontrar un recorrido recto para llegar a su destino, el Río Besaya, que se encuentra en Bárcena Pie de Concha.

Bárcena Pie de Concha es un núcleo de población situado en torno a la calzada romana que unía el norte de la península con la meseta, pasando a través de la Cordillera Cantábrica, lo que propició el crecimiento de una ciudad medieval, de la que se tiene referencias al menos a partir del año 1000 de nuestra era.

El Besaya a su vez desemboca en el Río Saja, que buscará la salida al Mar Cantábrico en el Estuario de San Martín de La Arena, en Suances.

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