El Río Ereba, también conocido como Río de Nueva, es un curso fluvial, que desde su nacimiento, bajo el Pico Cebéu, hasta su desembocadura en el Mar Cantábrico, a través de la Playa de Las Cuevas del Mar, debe recorrer 11,4 kilómetros. Todo su camino se restringe exclusivamente al asturiano Concejo de Llanes.

La única localidad que atraviesa es la de Nueva, mientras que sus afluentes son todos cortos regueros que bajan de las laderas del estrecho valle por el que discurre., ninguno de ellos de gran entidad.

Nace este río bajo el Pico Cebéu, con una modesta altitud de 755 metros, en una cuenca de recepción con una vegetación rala de matorrales, casi en el límite con el vecino Concejo de Ribadesella. La ausencia de una vegetación densa hace que la erosión actúe con fuerza sobre el suelo, dejando una compleja red de pequeñas riegas que, incisiones que dibujan algo similar a una espina de pez, mientras se van agregando al cauce principal.

Cuando desciende, lo hace con la dirección predominante de la ladera, hacia el noreste, para integrase a la dirección del valle, de oeste a este, apenas 700 metros más adelante. Es un valle estrecho, con una anchura de apenas un kilómetro, por cuyo eje desagua el río. Las rocas que lo componen son principalmente las cuarzoarenitas y areniscas blancas de la Formación Barrios, mientras que la alineación de la Sierra de La Cueva Negra, que le impide su paso directo al mar, hacia el norte, se encuentra culminada por calizas rojas de la Formación Alba

Según va agregando a su caudal el de los pequeños tributarios que bajan de las laderas, va dejando mayor cantidad de depósitos aluviales, sobre los que va situándose una vegetación cada vez más espesa, aunque sin llegar a tener la anchura suficiente como para generar suelos aptos para la agricultura hasta llegar seis kilómetros aguas abajo, donde vira bruscamente hacia el norte, al encontrar una discontinuidad en la sierra que hasta entonces lo enmarcaba, permitiendo su paso.

Nada más superarla se encuentra con la única población que baña, la localidad de Nueva. Se trata de un pueblo que alberga 582 habitantes, un tamaño grande para la zona y uno de los espacios urbanos más interesantes del municipio. Una gran cantidad de emigrantes partieron durante los siglos XIX y XX a buscar la fortuna en Las Américas, los indianos. Sólo una pequeña fracción volvía tras haberlo conseguido, pero dejaron una profunda huella en forma de grandes casonas y obras públicas que se costeaban con su riqueza, la arquitectura indiana, en forma de hermosos palacetes, así como fuentes, lavaderos o escuelas.

Desde aquí se dirige, continuando su rumbo norte, bajo la Autovía A-8, estrechándose el paso de nuevo, aunque entre unas paredes que apenas superan los 50 metros de altura hasta llegar a la Rasa Costera. Estas estructuras son fruto de arrasamiento que mares pretéritos llevaron a cabo sobre estos materiales. Se trata principalmente calizas de la formación Escalada, que se disponen en forma de cabalgamientos, en los que los pliegues son tan pronunciados que llegan a montar unos sobre otros de manera casi paralela a la línea de costa. Una vez superadas estas rocas calcáreas, el valle se amplía ligeramente al salir hacia la Playa de Cuevas del Mar, donde desemboca al Cantábrico. Es una playa estrecha, que se encuentra entre altas peñas muy horadadas por el mar, dejando huecos sostenidos por columnas naturales, que le dan el nombre al arenal. Antiguamente se trataba de un puerto pesquero muy activo, con un comercio fluido con Inglaterra, donde se apreciaban sus naranjas y limones como ingrediente fundamental para la elaboración de mermelada.

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