El Lago del Chao es una pequeña masa de agua enclavada en la Sierra de Los Bígaros, en el Término Municipal de Somiedo, en el Principado de Asturias. El Término Municipal de San Emiliano, ya en la Provincia de León, se encuentra a poco más de un kilómetro y medio de distancia.

Se localiza en las coordenadas 6°06’25’’ longitud oeste y 43°04’36’’ latitud norte (WGS84), que se corresponden con las 735.552 – 4.773.390 del sistema de referencia Universal Transversal Mercator (U.T.M.) Datum ETRS 89, zona 29. Su lámina de agua mide 7.553 m2, encerrados dentro de un perímetro de 333 metros. La altitud de su orilla es de 1.780 metros sobre el nivel del mar.

La Sierra de Los Bígaros, sobre la que se asienta este lago, forma una estructura alargada dentro del Manto de Somiedo, con dirección noroeste a sudeste, limitada por los valles de Salicencia, al sur, y de Arroxo, al norte. Culmina su parte más meridional en la collada del Puerto de La Mesa, clave por ser la vía de entrada de una de las más importantes calzadas romanas de la antigüedad, el Camín Real de La Mesa. Esta collada representa, además, el límite administrativo entre las provincias de Asturias y León.

 

Siguiendo la divisoria desde este puerto, a 1.785 metros de altitud, nos encontramos con la cumbre más elevada, el Pico Los Bígaros, que alcanza los 2.038 metros, en el eje de la sierra. Esta zona axial va perdiendo altura hacia el noroeste, pasando por los Picos de El Muñón y La Ferrera, formando una afilada arista sobre los materiales calcáreos de la formación Moniello. Son calizas bioclásticas del final del devónico inferior, a las que se  atribuyen aproximadamente 400 millones de años desde su formación. Son calizas muy ricas en fósiles marinos, corales y bivalvos, lo que dio lugar al topónimo de “Los Bígaros”.

En la ladera más septentrional, la litología varía hacia rocas calcáreas, aunque con mayores contenidos de arcillas, como son las dolomías, calizas, margas y lutitas del devónico medio, depositadas justo en el periodo posterior. Y es sobre esta litología donde se refugió, durante la Edad del Hielo, un pequeño aparato glaciar, posiblemente aprovechando una depresión kárstica. Los depósitos de till, rocas que arranca y desplaza la masa helada, se disponen como un arco morrénico nítido que cierra la pequeña cuenca, mientras que los depósitos fluvioglaciares tapizan y sellan el fondo, dando lugar al Lago del Chao.

Este espacio se encuentra comprendido dentro de los límites del Parque Natural de Somiedo, declarado el 10 de junio de 1988 por el Principado de Asturias. Su objetivo es preservar el excepcionalmente bien conservado ecosistema, dados sus valores naturales, y la gran diversidad de fauna que lo habita.

Parte de su buen estado se debe también al que quizás sea el mayor de sus problemas, una densidad de población muy baja, a la que se añade una muestra envejecida, con tendencia decreciente. Estos números no permiten prever un reemplazo generacional, y no hay que olvidar que los habitantes del territorio son los modeladores del paisaje y los garantes de su futuro, mediante el mantenimiento de los sistemas de trabajo agrario tradicional que los generaron. Su lejanía a las grandes arterias de comunicación, y su topografía complicada son causas probables para este retroceso.

Abunda la vegetación en todos sus estratos; arbóreo, matorral, así como prados y pastizales, llegando a la vegetación subalpina. Los lagos y lagunas, como esta que nos ocupa, son propicios para la aparición de vegetación higrófila.

Este hábitat da refugio a gran cantidad de aves, como el urogallo cantábrico, y de mamíferos como la nutria o el desmán ibérico, indicadores de las buenas condiciones. Pero entre ellos destaca la presencia del oso pardo, ya que se estima que aquí viven la mitad de los que se encuentran en toda la Cordillera Cantábrica.