El Lago de Cerveriz  pertenece al Complejo Lacustre de Somiedo. Enclavado dentro de Concejo de Somiedo, en el Principado de Asturias, cuenta con un origen glaciar, y está considerado como Monumento Natural, formando parte del Parque Natural de Somiedo.

Se localiza en las coordenadas 6°06’50’’ longitud oeste y 43°02’59’’ latitud norte (WGS84), que se corresponden con las 735.550– 4.770.030 del sistema de referencia Universal Transversal Mercator (U.T.M.) Datum ETRS 89, zona 29. Su lámina de agua, muy definida por la cubeta glaciar que lo acoge, mide 5,6 hectáreas, encerradas dentro de un perímetro de 1.038 metros. Es capaz de albergar 700.000 m3 de agua, variando entre las estaciones. La altitud de su orilla es de 1.645 metros sobre el nivel del mar.

El Complejo Lacustre de Somiedo está compuesto por una serie de 12 lagos que se agrupan a los largo de dos valles somedanos; el Valle de Saliencia, al noreste, y el Valle del Lago, al suroeste, separados por un crestón calizo.

El lago de Cerveriz se asienta sobre las calizas de la Formación Valdeteja, en una cubeta excavada por la misma lengua glaciar que recorrió este Valle de Saliencia en la última glaciación, responsable también del Lago Negro, muy cercano. Se da la anómala circunstancia de que a pesar de encontrase aguas abajo, el Cerveriz se encuentra en un plano topográfico superior, unos 10 metros por encima del anterior, ya que la excavación fue menor, y el relleno de materiales morrénicos, mayor.

Cuando el hielo avanza, se incrusta en las paredes y el fondo del valle, arrancando cantos angulosos con la misma composición geológica que se va encontrando en su trayecto. El mismo arrastre produce una fricción que tritura en parte este material, dando lugar a una matriz más fina. Este conjunto de materiales, con calibres finos y groseros, se denomina “till”, y se va depositando en formas del relieve que se conocen como morrenas, removilizadas por los sucesivos avances y retrocesos del hielo, en consonancia con las condiciones más o menos frías que producen los pulsos propios de las épocas glaciares. El till puede ser transportado por los laterales de la lengua glaciar, quedar al frente de la misma, o ser transportado sobre o bajo el hielo.

Una vez que las condiciones gélidas se templan, queda como resultado que estos materiales finos sellan el fondo del valle, evitando la filtración del agua por la caliza, e impermeabilizando las depresiones, mientras que las morrenas frontales crean una suerte de diques naturales, que represan el agua de los lagos. El valle fluvial previo, con una forma de “V”, pasa a tener un perfil más amplio o redondeado, en forma de “U”, y las rocas del fondo, con marcas de arrastre y formas redondeadas, que se conocen como rocas “aborregadas”.

El conjunto de los lagos de Somiedo se encuentra dentro del Parque Natural de Somiedo, y se clasifica además como Monumento Natural, una figura legal que se aplica a los espacios naturales que por su singularidad y belleza requieren una protección especial. Se destaca no sólo la geomorfología glaciar de los lagos, sino también la vegetación. En los lagos hay importantes comunidades de plantas flotantes y sumergidas y especies propias de las orillas temporalmente encharcadas. Los alrededores se ocupan con enebrales rastreros, gayuba y aulugares. Entre ellos aparece la Genciana, catalogada como de interés especial.

En los bordes inundables del Cerveriz aparece la escasa cola de caballo acuática (Equisetum fluviatile) y el trébol de agua (Menyanthes trifoliata). También se encuentra la única población conocida en Asturias de la filigrana mayor (Myriophyllum spicatum), permanentemente sumergidas. Pero quizás, la más representativa es la espiga de agua (Potamogeton natans), que flota en verano, dando un aspecto colorido y característico de este lago.

La fauna presente también es variada y de interés especial, como la nutria, o en peligro de extinción, el oso pardo. Las aves están representadas por el águila real, el alimoche, y el gorrión alpino.

Las aguas de los lagos son el hábitat de la mayor parte de los anfibios del Parque Natural, con presencia del tritón alpino y palmeado, la salamandra común, los sapos común y partero, así como las ranas bermeja y patilarga. Los peces son mayormente el resultado de las introducciones a lo largo del siglo XX, encontrándose el salvelino, la trucha arcoíris y el piscardo.